domingo, 26 de octubre de 2014

Rumbo

Llega un momento, así de breve y pasajero, en tu vida que te hace recapitular cosas que has hecho y si quieres cambiar algo o mejorarlo o quizá innovar en tu alrededor. Te quedas pensando en lo que fue lo que es y lo que será y cierras los ojos y caes en un hoyo profundo... muy profundo... donde no hay respuestas solo preguntas e imágenes de tu pasado.
Y estás cansado de todo, de tu rutina, de tus círculos, de todo y de todos.
Y quieres gritar.
Quieres poder volverte miniatura... y huir, correr correr correr correr correr y no mirar atrás. Y seguir corriendo y si caes... llorar... llorar hasta que el vacío que te envuelve desaparezca... porque ya no sabes qué hacer, qué más hacer para cambiar lo que sientes o piensas.

Atravieso por ese momento en mi vida.. dónde no sé qué más hacer, a dónde quiero ir... o qué quiero hacer.

Estoy harta de todo.
Rutina.
Monotonía.
Costumbre.
Cansada de todo.
De despertar y preguntarme qué haré el día de hoy.
Simplemente pasó de un momento a otro, no le encuentro motivos a mi cambio de actitud.
Volver al pasado... pensé que nunca diría palabra alguna.
Fuerzas... que alguien me de fuerzas para continuar y no sumirme en depresión ... Es lo que pienso todo el tiempo. 
Voltear la página... estoy en tiempo de espera para continuar con mi vida normal.