lunes, 15 de septiembre de 2014

Mi persona especial... "R"

Es algo muy gracioso de recordar, por ejemplo, cuando lo vi por primera vez. 
Callado, sonriente, tímido y muuuy tonto.
Conversamos no mucho, pues rápidamente teníamos que empezar con nuestros deberes. Aunque debo decir que no me acuerdo de él hasta después de un mes o algo más.
Era un fantasma, uno más a mis ojos. 
Pude notar su presencia cuando se volvió "alguien indispensable" en mi labor diaria en el trabajo en el cual me encontraba. Sí, trabajé en un fast food (la experiencia más memorable de mis cortos 21 años). Conversábamos más, lo tomaba en cuenta, le confiaba mis"problemas amorosos", me daba unos interesantes concejos; pero, sobretodo, yo lo defendía de nuestros compañeros bulleadores. ¿Ya lo había comentado? ¡Era muy tonto! Y un sumiso... bueno, más que ahora.
Y empecé a sentir un cariño muy especial, que día a día, crecía más.
Recuerdo con una gran sonrisa en mi rostro, que con él empecé mi vida bohemia -incluido en el grupo pero estaba allí así que cuenta- y lo corrompí de la forma más graciosa que pude hacer.
Le robé un beso. Y lo marqué como mío.
¡Y se asustó!
Luego de ese día no hubo mayor cosa qué hacer, le pedí disculpas, y todo siguió su curso. Es más, apuesto a que él estaba ilusionándose con ese hecho (según me dijo nunca le habían marcado con un chupón en el cuello) y eso estaba haciendo que me aleje de él. Fue un período un tanto largo, así, evitándole furtivamente. Hasta que un día me dijo que tenía enamorada.
¿Qué? 
¿Cómo?
La conocía una semana, se le declaró, y estaban juntos ahora.
La noticia en ese momento me impactó demasiado pues considero hasta ahora que tener a alguien al lado es porque te tomaste el tiempo para conocerlo(a) y tomaste una buena decisión. ¡Pero no! El joven la conoce unos cuantos días y decide que tiene que ser de él. 
Lo odié cuando me dijo aquello. Pero como era su buena amiga, le dije lo que pensaba obviamente y que se cuidara, que yo quería lo mejor para él e iba a estar ahí cuando me necesitara.
Pasaron dos semanas más o tres, no recuerdo, y fue el GRAN cumpleaños de la susodicha. 
Me arrastraron él, su hermano y un amigo más hasta la discoteca donde lo celebraban.
Mala noche.
Él estuvo triste todo el rato porque la tipa (zorra) se la pasó con sus amigos, bailó con todos incluido mi amigo su hermano y bailó una canción con SU enamorado. Una puta canción.
Yo solo miraba cómo pasaba todo, y me di cuenta que ella no lo quería de verdad. En ese momento me dolió verlo así, y quería matar a la tipa esa.
El tiempo siguió su curso (un par de días sin exagerar) y mi amigo me cuenta que ella le terminó por mensaje de texto. 
Se deprimió mucho tiempo.
Me atrevo a decir que fue un mes de verlo así.
Trataba de ayudarle, conversar con él, hacerle sentir bien... pero, ¿qué se puede hacer cuando una persona tiene el corazón roto? 
Solo estar a su lado. 
Pasaron meses, iba mejorando poco a poco y pronto era mi amigo de nuevo... mi mejor amigo.
Me contaba que ella le seguía hablando, que a veces conversaban, y debo confesar que tuve miedo al pensar que volverían y de nuevo lo lastimaría.
Le pedí que se aleje de ella, era por su bien después de todo. Y lo hizo. Hasta la fecha, no tiene contacto con aquella mujer.
Seguían pasando los meses, hasta que llegó el día en el que yo estaba empezando a sentir algo por él y trataba de negarlo borrarlo, e incluso de engañarme pensando en otros chicos. Hasta que le dije que me gustaba cuando estábamos en una reunión y donde había mucho licor. Había bebido, mucho, y tras luego de realizar algo bochornoso del cual no recuerdo bien (besé a un amigo en común que teníamos) él me cuidó el resto de la noche. Estábamos hablando, recuerdo así de vago que le dije que lo quería mucho, que yo lo defendería mientras estuviéramos juntos... que me gustaba mucho.
"Lo siento Melany, yo solo te quiero como una amiga"
Después de ese día, pensé que había sido correcto el decirle lo que estaba sintiendo y su respuesta no me afectó demasiado en realidad. Seguíamos siendo amigos.
Pero ya no pasaba tiempo con él como antes. Después de eso, vino otro chico a mi vida. Bueno, empecé a tomarle interés a otro chico que antes se me había confesado pero que lo tomamos de buena onda porque él también se estaba convirtiendo en mi mejor amigo (hasta ahora lo es).
Y empecé a pasar más tiempo con él, a estar juntos... a salir. Me divertía mucho, somos casi iguales en ciertas etapas de nuestra personalidad (sí, es el tercer chico) y estaba intentando parar mis emociones y dejarlas fluir sin dirección alguna.
En ese entonces mi amigo estaba viéndolo todo, o eso es lo que quiero creer. Y como yo ya tenía mis sentimientos bien guardados, decidí jugar un poco. Estaba enojada porque a mí nadie me rechazaba. Indirectas, flirteo bien usado.
Recuerdo que sucedió una noche, cuando ambos estábamos solos, en un lugar cerrado pero aún en el trabajo. Y de la nada me besó.
Confieso ahora que me gustó mucho. Nada comparado con mis antiguos vaciles. Porque era diferente, porque yo lo quería. Aunque nuestra "felicidad" no duró mucho, porque esa misma noche pero un poquito más tarde, se fijó en el chupón que tenía en el cuello (producto de un vacile anterior) y se enojó demasiado. 
"Pensé que eras diferente"
Por primera vez lloré cuando llegue a mi casa y lloré mientras hablaba con él por el móvil. Descubrí que lo quería de verdad y que quería estar a su lado; que me importaba lo que pensara de mí y que me siga queriendo no importaba como su amiga. Luego de ello seguíamos hablando, volviendo al transcurso de nuestras vidas, pasando tiempo juntos de vez en cuando, yo a su lado y él en el mío. Entonces eso empezó a volverse tedioso y hasta cierto punto doloroso, porque yo lo quería como alguien más pero a la vez no y decidí decírselo. Tal vez era solo un capricho.
"Seamos vacile, pero solo en el trabajo"
En cierta forma me agradó su solución... porque podía tener un poquito de él. Fueron semanas muy graciosas ¡yo le enseñé a besar! al punto que lo hacíamos a escondidas en cada lugar que fuera. Aunque eso no duró mucho, porque mientras estaba experimentando eso con él, también lo estaba haciendo con mi mejor amigo. Ambos al mismo tiempo y, aunque fuera diferente en ambos casos, eso no significa que estaba jugando con ellos. Los quería a los dos, pero de forma distinta. No quería que sufrieran y se hicieran ilusiones y eso me atormentaba y me hacía sentir culpable. Decidí que debía acabar con esa farsa, y decidí alejarme de mi amigo, porque él era el más sensible de los dos. Fue doloroso, porque lo vi llorar, porque me pidió una oportunidad para hacerme feliz y que me esperaría el tiempo que necesitara.... me pidió ser su enamorada.
Cada vez que lo besaba sentía culpa y por eso intenté alejarme de ambos.
Pero no podía.
Aunque mi cariño por él, siempre pesó un poquito más. Mi persona especial... mi chico número cuatroDespués de ciertos sucesos, un alejamiento de él, de un viaje, y extrañarlo y querer estar a su lado... me di cuenta que él era a quien quería de verdad y estaba dispuesta a intentarlo por primera vez en veintiún años. 
Tonto, risueño, sumiso y muy especial... él es con quien quiero estar después de todo lo ocurrido en el tiempo que nos conocimos; después de un año y tres meses, le dije que sí quería estar con él.
Yo realmente lo quiero, y aunque le grite, reniegue, peleemos.... él seguirá siendo la persona más importante en mi vida. Porque con él estoy empezando a descubrir muchas emociones, me doy cuenta que yo también puedo amar y que me amen con la paciencia y la intensidad con la que él lo hace.
No se merece a alguien como yo, siempre se lo digo. Sé que lo haré sufrir y sé que lo haré llorar, pero hasta que eso pase, lo voy a querer y respetar y sobretodo: nunca mentir de nuevo. 
Te quiero, mi amor. Sí, tú... mi querido Randy.

Pronto cumpliremos recién dos meses y aunque él no lo sepa, quiero y deseo que estemos juntos por siempre. 
Suena cursi, para alguien como yo que tiene desórdenes mentales y es más fría que el hielo... pero es lo que me provoca estar a su lado. Y me gusta. Si es con él, vale la pena ilusionarme.